viernes, 14 de noviembre de 2014

EL ARTE DE DESAPRENDER Y APRENDER. La vuelta al origen.





El aprendizaje es un motivo de vida en el ser humano, pero que ocurre cuando nos damos cuenta que lo aprendido no me sirve, no me optimiza, sino mas bien me limita, principalmente por las creencias aprendidas y almacenadas en lo mas profundo del subconsciente, que se automatizan y nos hacen permanecer inconscientes ante este funcionamiento de piloto automático.
Aprender es un proceso por el cual adquirimos una determinada información y la almacenamos para poder usarla cuando nos haga falta. La Neurociencia Aplicada a la Educación nos dice que hay dos tipos de aprendizajes: uno de corta y otro de larga duración.
El primer modelo se usa para cosas como la lista de la compra, tareas para hoy y cosas que no necesitan estar recordándose continuamente. El segundo modelo nos sirve para memorizar conocimientos que vayamos a utilizar habitualmente e instalar creencias.
El cerebro humano está diseñado para aprender; en forma constante y silenciosa, se van labrando nuevos circuitos por acción de la experiencia, desde antes de nacer y a lo largo de todo el ciclo vital. El cerebro humano se apropia de la experiencia, la elabora, la archiva y, al conocerla, la modifica.
El cerebro humano es un sistema estructural y funcional diseñado para recibir información, integrarla de modo flexible y creativo y elaborar conductas destinadas a la adaptación. Para ello, está configurado en forma de módulos funcionales altamente dinámicos, constituidos por células interconectadas que realizan una sofisticada mensajería química y física dentro del cerebro y con el resto del organismo.
 El cerebro humano posee dos características que lo diferencian del resto de los cerebros en la escala biológica: una maduración lenta y laboriosa, que se lleva a cabo durante las dos primeras décadas de la vida, sobre todo en la primera, y una amplia y ávida apertura a la experiencia, la cual lo va modificando durante esos fructíferos veinte primeros años; esta característica se denomina “plasticidad cerebral”, término que alude a una gran versatilidad de la estructura y funcionalidad cerebrales.
De este modo sabemos que la fisiología de nuestro cerebro es cambiante,   es reprogramable, por lo tanto podemos desaprender lo aprendido y cambiar la información.
El desaprendizaje como proceso no tiene final, y como forma no es lineal sino espiral. Es el acto de darse cuenta, observar y reconocer las creencias limitantes y pasar a la acción consciente. Es volver a la esencia, para escucharla, sentirla y dejar que sea.
En principio, podemos decir que hay condicionantes para el desaprendizaje, que quizá pueden en algún momento ser un obstáculo pero que si reconocemos cual es su real incidencia, pueden fácilmente sortearse:
* Nuestra Biología,
* El Contexto donde nacimos
* La Historia personal
* La emocionalidad
* Los juicios e interpretaciones de la realidad
Sin embargo, los más peligrosos enemigos del desaprendizaje, son creencias instauradas que actúan como una verdadera barrera, difícil de franquear.

•  Incapacidad de reconocer que hay cosas    que aún no sabemos. 
•  Rigidez para salir de nuestras propias Creencias. 
•  Dificultad de pedir ayuda y permitir que otros nos orienten como a ellos en su dia. 
•  El rechazo a desarrollar la paciencia del proceso y la aceptación consciente.

En ese sentido, no debemos perder de vista que nuestras creencias sobre “lo posible”, no son ni mejores ni peores, solo es nuestra interpretación subjetiva del mundo.
Basta revisar la historia para ser conscientes de “cuantos imposibles” hoy son posibles.
Al pensar en el desprendizaje, rastrear nuestras creencias  es el primer paso si queremos reprogramarnos, un ejemplo de creencias inconscientes aprendidas serian por ejemplo estas:
- No sé hacerlo, para mi eso es imposible.
-Yo soy así y no puedo cambiar.
- Nadie me puede ayudar.
- Tengo que tenerlo claro todo el tiempo sino no sabré.
Todo lo que pienso no lo puedo cambiar. Y así infinidad de creencias mas...
Desaprender, es volver a aprender, reprogramar, es permitirnos  un paradigma distinto, ya que al desaprender nos estamos abriendo a la posibilidad de vivir en una nueva conciencia, donde el enfoque es hacia el interior, y donde nos damos cuenta de que somos responsables de como vivimos nuestra vida.
Desaprender es un milagro, que la vida nos ofrece día a día, para conectarnos con nuestra esencia olvidada.
Esto es un proceso de muerte-renacimiento de nuestra personalidad a la que tan arraigados estamos, y la honestidad y la absoluta decisión consciente de llevarlo a cabo son herramientas indispensables en el proceso.
Tanto, que no puede forzarse, no puede tener lugar a menos que quien emprenda este camino, acepte poner en dudas, las creencias que defendió hasta aquí, cuestionando los pensamientos y los sentimientos que le dieron sentido.
Cuestionar nuestras creencias no es negarlas, es ver su efectividad hoy, confrontarlas con la realidad y elegirlas, modificarlas o desecharlas, en la medida que nos ayuden a estar mejor.
Una cita de Jesús decia: “Para entrar en el reino de los cielos, deberéis ser como niños de nuevo”. Metafora que como siempre, utilizaba para indicarnos cosas como las comentadas.





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